El cansancio después de un día duro o de una tarea difícil es algo muy natural y completamente normal, porque un organismo, al haber gastado energía, necesita recuperarse. Con la actividad regular a pleno rendimiento, el estado de cansancio por la noche es la norma, así como lo normal es despertarse descansado y vigoroso, y después de las vacaciones sentirse animado e inspirado. Sin embargo, hay trastornos que consiguen enmascarar la fatiga, privando al organismo de la recuperación normal. Y la primera en la lista de estas enfermedades es la astenia.
La astenia es una enfermedad psicosomática bastante insidiosa que a menudo se presenta como un cansancio constante y una disminución de las fuerzas. A veces las manifestaciones de la astenia son similares a las de una gripe: la temperatura puede aumentar, aparece fotofobia y sensibilidad a los sonidos fuertes, somnolencia irracional y pérdida de apetito. Pero, a diferencia de una infección viral, los síntomas duran más tiempo y el reposo en cama no ayuda.
La astenia puede ir acompañada de un aumento de la ansiedad, palpitaciones rápidas, cansancio incluso después de breves períodos de actividad moderada, falta de aliento durante cualquier actividad vigorosa, mareos. Es curioso que las pruebas habituales, el examen de un terapeuta y de un cardiólogo afirmen que la persona debe estar sana, y no haya motivos fisiológicos para los estados emergentes.
Un signo importante de la astenia, que ayuda a distinguir la enfermedad del cansancio ordinario o de la infección, es que el reposo no produce alivio. Se pierde el interés por las cosas favoritas, desaparece el deseo de moverse, estudiar, trabajar y comunicarse. Con frecuencia, la astenia va acompañada de depresión, y se tratará, respectivamente, con métodos complejos: la terapia farmacológica se combinará con la psicoterapia, y en algunos casos, se indicará la hospitalización.
Cansancio constante
A diferencia de la astenia, que es una enfermedad y debe tratarse bajo la supervisión de especialistas, la fatiga ordinaria debe tratarse con reposo. Aunque, en algunos casos, no basta con dormir lo suficiente. Estas situaciones se dan con frecuencia:
- con un horario de trabajo irregular;
- cuando se trabaja en condiciones de estrés constante;
- durante el trabajo por turnos, especialmente en el modo 1/3 y 12/48, cuando se altera el patrón de sueño y vigilia;
- cuando la carga de trabajo es demasiado elevada, por ejemplo, cuando se añade al trabajo el estudio a tiempo completo en un departamento nocturno, o la necesidad de comunicarse con los niños, para atender la vida cotidiana;
- durante el trabajo de larga duración sin vacaciones ni días libres;
- con desnutrición.
En tales situaciones, todavía no existe la astenia como tal, pero el cansancio constante y la falta de descanso empiezan a crear las condiciones para su desarrollo. Por ello, es importante combatir el cansancio constante para prevenir la aparición de la enfermedad.
Organización de la recreación que ayudará
Para aliviar el cansancio, una persona necesita cosas sencillas, pero garantizadas y asequibles: dormir, comida de calidad, una oportunidad para hacer lo que quiera, el derecho a no tomar decisiones importantes durante algún tiempo, condiciones para delegar una parte de la responsabilidad. En otras palabras, necesitas:
- para igualar un patrón de sueño;
- para ajustar una dieta y equilibrarla;
- distribuir la responsabilidad de las tareas domésticas entre todos los miembros de la familia;
- reservar tiempo para tus propios asuntos, no relacionados con el trabajo y la familia;
- para organizar regularmente unas vacaciones y relajarse de verdad en ellas, sin resolver cuestiones importantes.
La actitud correcta hacia el propio organismo y sus recursos creará las condiciones en las que el cansancio sea una consecuencia natural del trabajo productivo, y una ráfaga de energía sea un incentivo natural para comenzar una tarea. En las personas con astenia, alcanzar una proporción armoniosa de actividad y relajación a veces lleva muchos años. Para los que están demasiado cansados, unas pocas semanas serán suficientes para construir un ritmo de trabajo y descanso realmente saludable.
